7 de enero de 2013

El tren

Esta semana ha tocado mi frase, por ello he querido hacer un pequeño homenaje al amor. Espero os guste.

Corriendo detrás de la verdad, entendí la teoría de Einstein, predice que el espacio-tiempo no será plano en presencia de materia y que la curvatura del espacio-tiempo será percibida como un campo gravitatorio. Relatividad o no, tu y yo estamos separados por espacios y tiempos diferentes.

Cuantas veces escucho eso de que todo es relativo, estamos lejos, sentirse como telépatas es meramente un sueño y la tecnología más que ayudar aleja las sensaciones, las hace grandes pero a nuestra manera, con nuestra verdad, verdad única, para nosotros mismos, egocéntricos y egoístas,  faltos de ese sentir que anhelamos.

Y de nuevo eso de "la verdad es relativa", mientras la persigo con constancia para saber si debo sentir o no debo sentir, si sentirme conocido o un desconocido en un mar de sueños, los tuyos.

Sentimos lo que queremos sentir, sentimos aquello que esperamos del otro, soñamos con sentir que en la lejanía el amor que nos hacemos en la cabeza es que deseamos, nunca lo sabremos a no ser que cojamos el tren.

El amor es así, es un tren que para en tu estación, que pasa quizás una o dos veces en tu vida, ese tren que no puedes dejar escapar, el tren correcto con destino indeterminado  el que sabes y sientes que has de subir, aunque suele pasar, no se coge porque en su interior hay pasajeros llenos de miedo y el miedo da temor. Lo que no nos cuentan en la realidad, nos lo cuentan en los cuentos, cuando te subes al tren mágico, el miedo de su interior se convierte en vida, en sensaciones, en aventuras, en vivencias.

Einstein fue inteligente, fue sobrehumano, se enamoró de sus formulas y estuvo con ellas hasta el final, incluso siendo sabedor que el final de sus conclusiones sería una bomba atómica  Cogió un tren equivocado una y otra vez, jamás alguien tan inteligente pudo sentir cual era su tren. Nunca pudo saber en que consistía el amor, para eso no había formula matemática posible.

Ahora, mi verdad. Te quiero y me subo al tren lleno de miedos, ¿te vienes conmigo y contamos un cuento?

Fin.

16 comentarios:

  1. Me encantó tu texto :D La frase me dio más de un quebradero de cabeza para usarla, pero bueno, más divertido así.
    ¡Nos leemos, cuentacuentos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, a ver si saco tiempo durante la semana o el fin de semana y me puedo pasar a leeros. Me pareció una frase complicada pero interesante para ver hasta donde llega la imaginación. Saludos.

      Eliminar
  2. Pero que bonito! yo también quiero encontrar ese tren y subir sin miedo porque sea cual sea su destino me hará feliz :) por ahora mi destino se quedó leyéndote y le gustó lo que leyó, hasta la próxima cuentista! ;) muak!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Wannea, el tren siempre llega, cuando llegue sabrás cual es... Besotes.

      Eliminar
  3. Supongo que es lo mejor, subirse a él con miedos , más que nada porque aunque queramos es imposible dejarlos atrás, la única forma de superarlos es llevarlos contigo y aprender y superar lo que llegue.

    Yo sigo esperando mientras...

    :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jara, amén!!!! A ti te digo como a Wannea, todo llega y el tren también, atenta!!!!

      Eliminar
  4. Hola!
    Me quedo con el miedo. Ese que coarta voluntades y que tú describes tan bien alrededor de la metáfora del tren. Me gusta el paralelismo que haces con la persona de Einstein. No es fácil encontrar un historia/reflexión/relato de amor o desamor que empiece con esa frase.
    Leí tu historia en voz alta y mola mucho más. Pones pocos puntos y muchas comas y eso le da viveza y agilidad a la lectura. Es como si separaras los versos de un poema...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Manuel, ya me he apuntado a tu blog, en cuanto tenga tiempo me paso a leer y comentar. El miedo es esa puerta que todos somos capaces de abrir y sobrepasar pero raramente nos arriesgamos. Y una vida sin riesgos, no es vida. Saludos.

      Eliminar
  5. No hay estaciones para subirse a ese tren, ni siquiera un andén, es más, va en silencio, sin silbato ni traqueteo. Como bien dices en el relato la estación es la persona, posiblemente la fórmula más compleja de entender. Pero ese miedo consigue mas de una vez que pase de largo, aunque merece la pena ser arrollado por el! :)

    Me quedo con tu teoría antes que la de Einstein. Un abrazo crack!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin duda, yo siempre he luchado contra mis miedos, el tren es la metáfora, podría ser una puerta entreabierta. La curiosidad mata al miedo. Gracias amigo.

      Eliminar
  6. Aplausos. Sencillamente, muchos aplausos. Y no sólo porque me sentí identificado con lo que leí, sino porque es en sí es una gran obra (¿epístola? Así llamo yo a ese tipo de textos a los que en realidad no reconozco como relatos) Un gusto leerte de nuevo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas Gracias Charlie, la verdad es que más que una historia es una reflexión, un pensamiento. La verdad tenía en mente otro tipo de texto, algo más fantástico, pero me pareció oportuno darle un homenaje al amor y los miedos que conllevan con la metáfora del tren. Saludos.

      Eliminar
  7. Un gustazo leer tu texto, me encantó cómo implicaste la frase en el relato, forma parte en todo momento a lo largo del texto. Era una frase complicada y te has hecho con ella con maestría.
    Ese tren y los miedos... no sería tan especial si no los hubiera, forman parte del encanto del viaje.

    Feliz año y ¡¡seguimos en cuenta cuentos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si te digo la verdad, me salió solo, tenía muchas ganas de escribir una reflexión sobre el amor y sus miedos y aunque la frase da para otras cosas ami me ha dado para esto, gracias por tus palabras. nos leemos.

      Eliminar
  8. Me gusta como avanzas, hasta sentenciar en esa última frase. Creo que no hay formula (O juego) más complicada precisamente que esta, la del amor. Ni mejor motivo para tener miedos.
    Además tiene merito engarzar esa frase con ese asunto. Un placer leerte de nuevo.

    Un abrazo. Nos leemos cuentacuentos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Juan Luis, como he dicho más arriba, la verdad es que la frase da para otras cosas, pero me salió solo. El amor y la visión que tenemos es importante, me hubiese gustado poder explicarlo con una historía más que con una reflexión. Saludos.

      Eliminar

Deja aquí tu opinión sobre lo que lees. Gracias