25 de diciembre de 2011

Ángeles


Esta semana tengo el honor de presenta una historia con la frase que yo mismo proporcioné a mis amigos de Cuentacuentos. Espero que os guste.

Había luces tenues detrás de la puerta, que parecía entreabierta, o eso se percibía. El lugar estaba oscuro, el pasillo estaba únicamente iluminado por la luz de la luna que entraba bruscamente por los arcos desnudos. Las paredes frías de piedra solo soportaban el vaivén del viento y las antorchas apagadas. Al final del pasillo  una puerta gigante. Un portón de madera con un circulo central donde colgaba un picaporte poco habitual.
La puerta se veía entreabierta y un pequeño destello de luz en su interior daba el único ápice de esperanza.
Boris había luchado mucho durante toda su vida para ver por fin lo que detrás de aquella puerta se suponía debería encontrar después de tanta búsqueda.



Todo empezó en una noche de verano, cuando Patrice emergió de la nada, como aparecen los ángeles del cielo y catapultó a Boris a un amor eterno e incondicional desde el primer segundo. Los jóvenes cautos al principio, se dejaron llevar y fueron mostrando su amor allá por donde pasaban. Eran el uno para el otro, se amaban sin explicaciones, sin historias, no sabían mucho sobre ellos porque sus bocas no lanzaban ni una palabra, eran sus cuerpos los que hablaban, siempre estaban enzarzados en una sinfonía de pasión. En el pueblo pensaban que estaban poseídos, era tal su amor que no se dejaban de mirar ni un solo segundo, durante un día, una semana, un mes, un año y así durante varios años.

Pasado los años, en el frío invierno que normalmente azotaba a la localidad, Boris se despertó aquella trágica mañana para su corazón y se percató que su amada mujer no estaba junto a él. Extrañado salió en su busca llamándola por toda la casa, no podía estar en el exterior, hacía demasiado viento y frío como para salir, pero escuchó un murmullo fuera. Al salir, se encontró la escena, su amada desnuda de pie frente al portal a unos metros, levitaba unos metros sobre la tierra, sus lagrimas parecían congeladas y su cuerpo blanquecino. Boris fue corriendo a socorrerla pero una ventisca lo empujó hacia atrás cayendo al suelo, lo intentó varias veces y todas ellas era empujado hacia atrás cada vez de forma más brusca. Una voz surgió de entre las montañas, y con tono recio recitó:

-Vuestro amor es cosa de demonios, algo fuera del alcance humano, ella es nuestra...

Y tal como se apagó esa voz, Patrice se desvaneció entre la nieve que fuertemente caía sobre sus cabezas.



Boris estuvo días, semanas, meses buscando entre las nieves, en el bosque, en la montaña, en cada una de las casas de su pequeña localidad. Los vecinos empezaron a ver y sentir atisbos de locura en Boris y lo peor de todo, decía oír cada mañana a su amada Patrice. Y así era, cada mañana le despertaba el susurro de su dulce voz, le llamaba, le rogaba que fuera a buscarla y al rato de desvanecía.

Pero un día pasados ya 3 años la voz de Patrice no se marchaba, continuó demandado ser rescatada y esa fue la primera sonrisa que aparecía por la cara de Boris en todo esos años.
Decidió salir como cada día en su busca, pero esta vez caminó más allá de los bosques, seguía aquel susurro, pasó por diferentes comarcas y pueblos, cruzó montañas y caminos interminables. Fue pasando el tiempo y los años, 5, 10, 20 años. Muy desmejorado de salud seguía caminado un día detrás de otro, sin rumbo solo siguiendo a la voz de su amada hasta que llegó a la población Matterport, un pequeño pueblo de montaña que mal vivía de sus cosechas y de los impuestos que cobraba el gobernador.

El día se presentaba nublado, hacia frío y el ambiente estaba enrarecido, todos en Matterport miraban con aspavientos a Boris, miradas de miedo e incredulidad al escucharle hablar en voz alta sobre su amada, que después de .27 años caminando parecía haber recibido la señal definitiva, el se decía a si mismo que no se podía rendir y por eso seguía hasta la extenuación.

Era media mañana y la voz de Patrice le llevó directamente al Castillo de Matterport,allí las voces se hicieron mucho más intensas y allí es donde residía con su ejercito invencible y su guardia el gobernador de Matterport. Intentó pasar como si nada pero la guardia de la puerta evitó que entrara. Boris les intentó explicar que su amada estaba ahí dentro apresada como apresada la tenía en su mente desde hacía años y que venía en son de paz a rescatarla hablando con el gobernador, pero los guardias no le dejaron pasar ya que no tenía ni mucho menos las pintas de un algún cortés y gentil caballero de la comarca, después de unos segundos de silencio y de pensar que no tendría fuerzas para engañar a la guardia ni subir muros engrandecidos decidió agredir a uno de los guardias con las pocas fuerzas que le quedaban para que lo arrestasen y poder entrar así. Pasó el resto del día y la noche en una oscura y húmeda celda con la voz de Patrice sin descanso pidiéndole que la buscara.

Al día siguiente lo llevaron ante el gobernador para ser enjuiciado por su acto, las voces de su amada eran cada vez más fuertes, más acentuadas y estaba cada vez más fuera de si.

- Se le acusa de agredir a un guardia de mi castillo, eso es un acto grabe que tendrá consecuencias.
- Señor gobernador, ilustrísima mente de la comarca, lo hice para entrar en su castillo, vengo en busca de una joven que está apresada aquí.
- ¿Una joven? y que querría una joven de un viejo como usted, harapiento y maltrecho. Ya se lo digo yo insolente, nada.
- Pero... Está aquí.
- Está usted muy loco. Guardias!!!! sacadle de mi vista y que no se acerque al castillo.

En un alarde de valentía y con sus últimas fuerzas se libró de sus opresores robándoles una de sus espadas y matándolos en el acto, entre los últimos sollozos de los guardias Boris solo podía gritar:

-¡¡¡Patrice!!! ¿Donde estás? ¡¡¡Patrice!!! ¡¡¡dame el camino!!! ¡¡¡queda poco!!!

Una vez apresado de nuevo, el gobernador lo condenó a  pasar el resto de sus días encarcelado en las mazmorras del castillo. Volvió a pasar el tiempo, los años, Boris se hacía más viejo y enclenque pero seguía escuchando cada vez más claramente a Patrice.

Una noche, cerró los ojos de agotamiento, siempre soñaba con ella, pero esta vez escuchó un ruido en la puerta de su celda, como si se abriera. Abrió los ojos, cogió su bastón y efectivamente la celda estaba abierta. Emocionado salió de allí, dejó atrás las mazmorras y corrió siguiendo la voz por los pasillos del castillo hasta llegar a aquella puerta.
Caminó despacio hacia la luz, abrió la puerta, era una sala pequeña iluminada con unas velas, una pequeña mesa y sobre ella un jarrón con una flor en época de primavera y al lado del ventanal una mujer desnuda de silueta esbelta que daba la espalda a Boris. Aunque todo parecía irreal y surrealista, se lo hizo suyo y cuando pudo dar señales con su maltrecha voz dijo:

-¿Patrice?
La mujer se dio la vuelta, lágrimas de felicidad salían del rostro de Boris, que intentó abalanzarse sobre la joven cuando esta le interrumpió.
- Si Borís, soy Patrice.
- Que joven y hermosa que estás y yo viejo, sucio y harapiento.
- Lo veo Boris, pero por fin has dado conmigo.
- ¿Que pasó amor mio?
- Soy un ángel.
- Eso ya lo se, para mi siempre fuiste un ángel.
- No Boris, soy un angel que escapó de su reino y te encontró en otro.
- Que quieres decir.
- Que yo no pertenecía a tu mundo, nuestro amor era imposible, no era humano y vinieron a llevarme al lugar al que correspondo.
- ¿Los demonios?
- No, los ángeles. Para ellos era aberrante que tu y yo nos amaramos, nosotros eramos los demonios.
- De todos modos ya no importa, ahora, por fin, después de una vida escuchándote y buscándote ya te he encontrado y podremos amarnos de nuevo.
- Si cielo, podremos hacerlo. Acércate.

El viejo se acerco pero esta vez con más cautela, más despacio y más tranquilo, como si el mundo y su vida comenzasen de nuevo, como si nada hubiese pasado, como si su amor indestructible les hiciera infinitos, como si acabara de nacer.

Ella besó aquellos labios carcomidos y el abuelo se hizo joven en una sutil y pequeña tormenta de polvo mágico.


Murió sonriente en su maloliente celda, ahora serían ángeles por toda la eternidad.




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18 de diciembre de 2011

El héroe del sin balón...



Esta semana la frase es de Fernez y me ha venido muy bien para poder escribir mi historia, una historia verídicaun poco peculiar para Cuentacuentos.

El héroe del sin balón...

Tenía la sensación de haber escuchado tantas veces esa canción, como cuando ves esas señales que te dicen no lo hagas, un día detrás de otro y llegado el momento tú coges desoyes la misma canción, picas en el anzuelo y la lías parda. Así a sido para mi las dos últimas semanas, repleta de la misma canción, una que decía "no vayas a jugar", pero he ido.

La mañana no había comenzado mal, las 8 de la mañana y un buen bocadillo de jamón serrano con una coca-cola antes de salir de casa. Había quedado poco después con mi compañero de trabajo para ir hacia donde se jugaba el torneo. Y ya de camino entre risas, otra de esas señales de "date la vuelta tonto del culo", no se puede hablar de que te vas a lesionar y de pedir hora anticipada en urgencias del hospital de en frente. Pero seguí riendo y me dije, no va a pasar nada.

Llegamos a los campos de fútbol, me apunté con mis compañeros de trabajo a jugar un torneo de fútbol entre empresas para la maratón de TV3 (canal autonómico catalán), me apunté porque les faltaba uno (mentira cochina) aunque yo desde el principio me dije, mejor no.

Así, nada más llegar y ver al resto de compañeros en los vestuarios, primeras risas, reparto de dorsales y vestimentas y a fuera a calentar.


Hicímos unas carreras, unos rondos, estiramientos varios, la foto no oficial, seguimos riendo y pasándolo bien hasta la hora del partido. Desde primera hora nuestras fans ya gritaban al vernos con pantalón corto.



 





Así llegó la foto oficial del partido y el momento de la verdad, como estaba previsto y en vista de mi poca calidad futbolística empecé en el banquillo (que no había).







El partido se puso pronto de cara, cayeron los goles muy deprisa y una vez asegurado el resultado empezamos a salir los reservas, entre ellos yo, el más patán de todos con el balón. Salí a jugar en la defensa, aunque subía al ataque cuando podía, no toque más que dos o tres balones, pero corrí arriba y abajo y pasado unos 7 minutos decidí tras ver mi lengua de corbata que era la hora de salir.

Me dirigí con tranquilidad hacia la banda, saludé a mis compañeros y entonces ocurrió todo (tantas veces aquella canción).

Justo después de saludar y dar ánimos a mis compañeros una fan quiso una foto de mi, puse la mejor de mis poses, hicieron esta foto y otra de mis fans quiso otra foto, puse la misma pose que en la anterior foto y "Catacrak, Catacrok".

El sonido que hace unos años atrás ya había escuchado como la canción que se había repetido durante las dos últimas semanas, mi rodilla quiso salirse del sitio y volverse a colocar de nuevo o más comúnmente llamado luxación rotuliana.

A partir de aquí aparte de caer al suelo con mucho dolor empezaron las 3 fases típicas de cuando uno sabe que no tiene que ir a jugar al fútbol porque ha escuchado la misma cantinela durante semanas pero hace caso omiso.


Primera fase, la de las preguntas tipo ¿como es posible?,¿que coño a pasado?, ¿por qué de esta manera?,¿por qué no habré escuchado la canción y me quedé quieto en mi casa? y así hasta un sinfín de dudas con la misma respuesta: Eres tonto del culo Andrés.


La segunda fase, antes de que vinieran los sanitarios a verme fue la fase tacos chúngos de la cual voy a ahorrarme escribirlos porque no merece la pena dar un tono mal educado al texto. Si me disculpé varías veces por ello.

Y la tercera y última fase, la resignación al meterme en la camilla y de la camilla a la ambulancia y de esta última al hospital. La resignación del que ya ha pasado y no se puede arreglar este desbarajuste, la resignación del que sabe lo que le espera.



El resultado unas horas después...



Bueno, a partir de aquí solo tengo agradecimientos por el apoyo y los ánimos recibidos a través de Facebook, teléfono, mensajes, etc. También agradecer a los sanitarios en el campo de fútbol, se portaron muy bien conmigo, a mis fans que se ofrecieron a cualquier ayuda en el momento, también a las enfermeras que me hicieron pasar con buen humor el mal rato y a Rosa por acompañarme en el hospital.

Ahora estoy como un rey, al no poder valerme y hasta que me recupere me quedo en casa de mis padres, navidades completas y como tus padres no te cuida ni te mima nadie, je.


Saludos.
Mundoyás.

Más y mejores historias en Cuentacuentos.

P.d. Si, es verídico y si, me ha pasado a mi, je.


12 de diciembre de 2011

Monstruos

Historia de Cuentacuentos a partir de la Frase de Brian (Jose Alberto Arias).

-No sabía que en la guerra hay monstruos más terribles que el hombre.

Mi hijo se refería a las bombas y misiles que por la tele se veían circular como destellos en la noche,
pero yo pensaba más en el hambre, en la hambruna, en la desdicha y finalmente en la muerte mientras las
noticias narraban toda aquella barbarie con pelos y señales.También pensaba en mi hijo, en el mundo al
que le había traído, el mundo que hereda, que ya de por si siendo difícil, tiene más complicada su existencia si sigue en manos de monstruos.

Seguramente mañana le tendré que explicar a mi hijo adolescente que son los daños colaterales y el sentido
de algo que no lo tiene.

Tampoco hace falta ser un adulto para darse cuenta de que el camino no es el correcto, pero su inquietud
lo puede todo y lo absorben todo.

Pero lo que no sabe Lucas, es que hoy es allí y mañana es aquí, que una vez comenzada la cruzada del mundo solo se para cuando ha habido más muertes que supervivientes y cuando el vencedor tiene todo el oro del vencido. Ese será el día en que Lucas y yo tengamos miedo, el día en que nos vean por la tele heridos o muertos y sean otros los que digan eso de...

-No sabía que en la guerra hay monstruos más terribles que el hombre.
-Los hay hijo, los hay.

Un Saludo.
Mundoyás.


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5 de diciembre de 2011

El último asesinato.

-Deseaba que fueras tú. Lo deseaba con toda mi alma. Te había buscado durante tanto tiempo, había rastreado tantas pistas y habías dejado tantas muertes que ya solo deseo que seas tú el asesino.
Al principio parecía un juego macabro, pensé incluso que jugaríamos poco tiempo, pero la verdad es que has superado cualquier expectativa o tentativa de atraparte, las mías sobre todo.
Han pasado 10 años y 20 muertos desde la primera vez, siempre con la misma marca en la oreja izquierda tatuada post mortem, una o dos letras que muerto a muerto y de forma desordenada a ido formando una frase, el camino hacia ti, sin duda dejado a posta para encontrarte hoy, el día más desquiciante de mi vida.
La frase que me ha llevado a ti es "Mira atrás donde nace tu alrededor". Estando cerca de mi era la única forma de no poder pillarte hasta el final y la frase me indicaba que todo el rato habías estado cerca de mi, que lo sabías todo de mi y de este caso. Miré hacia todos lados, compañeros y amigos de la comisaría, uno por uno, la desconfianza se apoderó de mi y ellos lejos de comprender, me dejaron de lado. No era ninguno de ellos, porque necesitabas tenerme cerca, yo era parte de tu plan.
Quizás sea obsesivo y no objetivo, por eso te apunto con una pistola ahora mismo, porque tú no has dejado de estar a mi lado, de apoyarme, de ver de cerca como me auto-destruyo buscándote. Eres mi sangre, sangre de mi madre y nunca podía sospechar de ti hasta ahora, pero eso se acabó, te he encontrado.
¿Como has podido llevar una doble vida así? ¿Como no he podido darme cuenta antes que eras tu? Debería dispararte sin más y que todo quede en el olvido, por el daño causado, por ti perdí a mi mujer, a mis hijos, ¿Te acostabas tu también con ella? Se fue porque sabía algo de ti que nunca quiso contarme.
Ahora estamos tu y yo solos y mi pistola en tu boca, ¿que debo hacer?. Además me dan nauseas todas esas fotos en las que sales sonriente con la muerte en tus manos, los recortes de periódico, los informes de la comisaría, todo ello expuesto como premio a tu trabajo y al día de hoy. Yo tenía que ver esto, y justo en el piso que nunca recordé de mamá porque nunca me contaste que existía.
No voy a detenerte, no mereces pasar tu vida en una cárcel, voy a matarte porque eso es lo que quieres, porque ese es el fin de la historia, tú el último muerto, la víctima, el enfermo.
¿Quieres decir algo antes de morir? ¿Quieres salir de tu agujero y hablar antes de matarte? ¿no?

Días después...

-Encontramos a Mike muerto de un tiro en la sien en una casa semi abandonada a las afueras que parecía estar a nombre de su madre, fallecida hace años en extrañas circunstancias, se ha suicidado. Hay pruebas evidentes de que Mike era el asesino de la rivera dejando con él 21 víctimas en 10 años. Lo que le movió a tal locura nunca lo sabremos, se lo ha llevado con él, pero algo está claro, el caso se puede dar por cerrado, al final Mike consiguió cerrar el caso.




30 de noviembre de 2011

Entrando en el pasillo...

Al cerrarse la puerta y darme la vuelta vi un grandioso y larguísimo pasillo de esencia interminable. ¿Que hacía yo allí?. ¿Como había aparecido?.

Empecé a recordar que después de mucho tiempo debía asignarle un lugar preferente a los cuentos e historias de CUENTACUENTOS, que recién renacido de la chispa que le quedaba a nuestros corazones volvía para resolver los enigmas de nuestras almas.

Aquel pasillo formaba parte de mi propia imaginación, de la vuestra y la de todos.

Allá por donde pasase, siempre habían historias colgadas en la pared, a cada paso que das encuentras historias y cuando llegues al sin-final, encontrarás más historias.

Tu también eres bienvenido, aquí y también a nuestro mundo de los cuentos.

Saludos.
Mundoyas.