20 de mayo de 2013

El Dios del Sol (parte 1)

-Había llegado ese día tan temido, mañana se apagaría el sol.

O eso decía nuestro profesor de historia cada año de cada curso durante casi toda su existencia como profesor y justo después de eso se ponía a contar una historia mitológica para el deleite de sus alumnos.
Este año era especial, porque el profesor se jubilaba y este año contaría su historia como cada año a final de curso, pero con alumnos de todas las generaciones entre ellos mi hija que llevaba días emocionada con escuchar aquella historia sobre el sol, aunque un poco mal encaminada iba, se llevaría una buena sorpresa.

- Cuenta la leyenda- Prosiguió el profesor-, que al inicio de todo, cuando la tierra no existía, el universo no era más que en la forma y en el espacio una oscuridad infinita, donde la nada dominaba el tiempo y el tiempo corría impenetrable, apareció una luz microscópica en la oscuridad. Aquella luz apareció por azar, una insignificante forma circular que aunque existiese era prácticamente invisible.

Así nació el Dios de todas las cosas, las pequeñas, las grandes y las infinitas, un dios con un gran poder, el denominado por el ser humano dios del Sol, llamado Ra, aquella insignificante luz aparecida por el azar del tiempo comenzaría a dar forma a la vida que todos conocemos ahora... y...

-Pero profesor, eso no puede ser posible- Dijo un alumno interrumpiendo con cara de incrédulo. Un murmullo como el de antaño inundó la sala, a mi me salió una primera sonrisa y a otros viejos alumnos igual.
-Si, señor Escobedo y compañía que murmuráis, todos los años ha pasado lo mismo y todos los años he de decir que es una leyenda... y hemos explicado en clase que es ¿verdad?, muy bien, escuchad atentos e intentad no interrumpir- Dijo el profesor con voz segura-. Decía que así nació el Dios del Sol, a partir de ahora llamado Ra.
Ra tenía dos grandes poderes, el primero y más importante era el denominado poder del nombre, por lo que cualquier cosa que nombraba adquiría forma, vida y se volvía totalmente real y el segundo poder que tenía era poder transformarse y cambiar de forma pudiendo así hacer todo aquello que quisiera. Eso si como todo poder conlleva una responsabilidad, el poder del nombre tenía una cosa peculiar, era tan importante su poder que Ra guardaba bien escondido su propio nombre en su corazón para que nadie pudiera quitárselo y perder sus poderes. Jamás debía rebelar su verdadero nombre.
Ra entonces quiso dejar de ser insignificante y se enfrentó al azar llamando a Nun. Aquella minúscula luz se abrió repentinamente en forma de anillo y se hizo grande y más brillante. Del interior del anillo, de su propio vacio empezó a brotar agua, en forma de torbellinos marinos fueron saliendo millones y millones de litros de aquel anillo y formaron un circulo acuoso de enormes dimensiones. El anillo se volvió minúsculo y de nuevo quedó aquella imperceptible lucecita blanca. Ra, una vez creado a Nun, dios del los mares y las aguas se dio cuenta de que no podía visionar el esplendor de su creación.
Así fue como Ra se dispuso a crear la luz y con ella el Sol y se dijo "Al amanecer me llamo Kephera, al mediodía Ra y al atardecer Tem” y así fue como de nuevo aquella lucecita blanca fue convirtiéndose en fuego y creciendo en su tamaño hasta dimensiones tales que se podía ver el más allá. El sol apareció por primera vez en la historia pudiendo iluminar tanta oscuridad, se elevó sobre el horizonte y al atardecer descendió para volver a esconderse y iluminar otros lugares oscuros hasta el día siguiente.
Fue nombrando al resto de los elementos, primero fue Shu y de detrás del sol surgieron todos los vientos que se congregaron por todas las partes del planeta soplando con fuerza y asentandose sobre los mares de Nun. Después se nombró a Tefnut y detrás de los vientos vinieron las primeras lluvias, el mar de Nun empezó a hervir con el calor del sol y los gases y vapores que se elevaron por todos los rincones se transformaron en agua y nacieron las primeras lluvias caídas del cielo. Más tarde nombró a Geb y con solo nombrarla, Nun dejó paso a grandes extensiones de tierra salidas de sus entrañas, de las profundidades de la nada y tenía la tierra creada y finalmente nombró a la diosa Nut y cuando Nun, Shu, Tefnut y Geb se dieron la mano, apareció Nut con la luna, los cielos, las estrellas y el universo repleto de luminiscencia.
Una vez creado todo eso, quiso darle vida a la tierra, y pese a que los dioses que había creado le advirtieron sobre lo que iba a hacer, el hizo caso omiso y decidió llamar a Hapi. De las entrañas de la tierra creció una gran montaña y empezó a fluir un gran río que llamarían Nilo y que daría fertilidad a aquella tierra prometida bautizada por Ra como Egipto. Fue nombrando uno por uno todos los elementos de la vida que conocemos, arboles, plantas, animales, casas, templos, minerales y un largo etc. Ya solo le quedaba lo más importante, crear a los hombres y mujeres que vivirían en consonancia con lo que él había creado. Y así fue, nombró a los hombres y a las mujeres, desde entonces la humanidad puebla la tierra. Como los hombres y las mujeres no sabían guiarse por si solos y necesitaban alguien que les guiase para saber que hacer y como hacer Ra que podía tener cualquier forma, se convirtió en un hombre y se erigió como el primer Faraón de Egipto-.

El profesor hizo un pequeño silencio y una respiración profunda que incitaba que iba a seguir hablando pero los adultos empezaron a aplaudir y seguidamente también los alumnos menores, yo miraba a mi hija y vi que le había gustado la historia, pero esta vez fue el profesor quien nos interrumpió.

-Basta, que no he acabado de contar la historia, la historia continua, así que cállense todos y escuchen con atención.
- Perdone profesor, -dije yo interrumpiéndole de nuevo-. Que yo recuerde la historia no continua, o usted eso nos enseñó, en si nos dijo que la celebración de la creación del mundo para los egipcios era los dias de eclipse de Sol pero...
- Si algo no habéis cambiado los alumnos de ahora y los de antaño es que hay algo que habéis aprendido bien, interrumpir, -la cara del profesor era de mueca molesta porque parece ser que la parte que viene ahora era la que mas le interesaba contar-.Por favor, esta es la última vez que cuento esta historia, será la primera y la última porque esta parte no la conoce nadie. Hoy era el día escogido para acabar esta historia incompleta por tantos años, sigamos pues....

CONTINUARÁ

P.d. Decir que gran parte de esta historia es la leyenda que cuentan muchos libros sobre la historia de los dioses de Egipto y la creación de la tierra, que yo he adaptado y contado a mi manera, incluso haciendo algunos cambios. La semana que viene la segunda parte. Gracias para el Hada de las Frases por esta frase que me ha inspirado para contar esta historia mitológica y como siempre más y mejores cuentos en El Cuentacuentos. Saludos.

15 de mayo de 2013

El milagro de la creación.

Pocos lo saben, pero existe otra Biblia. Viene de lejos, de un más allá quizás más atemporal que este mundo. Sin duda sus páginas cambiarían el mundo en el que vivimos o mejor dicho nuestras vidas en este planeta ya artificial del todo. Algunos pensarían que sería un volver atrás en el tiempo, otros pensarían que es la última evolución, involucionar o retroceder al primer día de todos.

Entre tanto yo tengo en mis manos lo que podría ser el arma de destrucción o salvación más cara de la historia, cara en el sentido drástico de la palabra, en sus consecuencias, de mi depende como usarla, esto puede derrocar imperios, los que hay y lo que estuviesen por venir. Ni el acero ni las redes, la vuelta del mar y de la tierra, de los alimentos del pasado que ya no existen, el fin de las pastillas, de una vida de pastillas.

A veces pienso en como vivirían mis antepasados pudiendo disfrutar lo que yo solo he visto en fotos y he tenido que comer en pastillas. Un pollo al horno, solo por ver me gustaría poder ver ese pollo vivo.
Ya no hay animales, se extinguieron, bueno los extinguimos. El sexo con pastillas y gafas orgásmicas. El fin de las enfermedades incurables. Ver nacer los niños de dentro de sus madres.

Ya no queda nadie de aquel tiempo, ellos fueron el principio de todo esto y no supieron darse cuenta del fin. La humanidad resiste, de otro modo, la fisionomía es diferente, Ahora solo hay cuatro dedos en las manos y ninguno en los pies. Llevamos chips integrados incluso antes de nacer, ya no existen los apellidos, solo números de referencia y códigos de barras. Tu vida es un registro de lo que haces, por donde pasas y que pastillas comes.

En resumen, en mi mano tengo este libro que podría ser el fin de mi vida, pero el inicio de otra vida mejor para otros. Empezar de cero.
Yo no creo que vea nacer la primera planta de la tierra nuevamente, pero si nace, allá donde esté Dios estaré con él observando el milagro de la creación.

Imagen extraída de: http://www.cienciaonline.com


Fin.


De regreso, con la frase de Sechat. "Pocos lo saben, pero existe otra Biblia . Más y mejores cuentos e historias en elcuentacuentos.